mariposa

Cuando hablamos de nutrición, tendemos a focalizar el tema en la salud individual. Siendo, sin duda, un enfoque interesante y trascendente, podemos ampliar esta mirada.

Si alejamos el punto de mira más allá de la propia vida o del entorno más cercano, más allá de la sociedad que habitamos o de la propia cultura, sobrevolando fronteras naturales o inventadas, el tema adquiere dimensión planetaria.

El «Efecto Mariposa» en la nutrición

Como en tantas otras disciplinas, también aquí se podría aplicar el llamado “Efecto Mariposa” que promulga que “el batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán al otro lado del mundo”. Esta declaración siempre plantea reflexiones.

¿Cuál es la relación entre lo que yo consumo, lo que yo como, lo que yo desecho… y la supervivencia del planeta? ¿En qué modo y en qué medida lo que elijo para alimentarme repercute en cuestiones económicas o sociales, en otras latitudes o en las condiciones de vida de personas desconocidas y ajenas a mi entorno?

Reiteradamente, desde este foro, promulgo la selección de productos frescos y locales, producidos en lugares cercanos al que habitamos, y de vegetales naturales propios de cada temporada. Es vital exigir una agricultura integrada con los ciclos de la tierra, comprometida con la cría y comercialización de alimentos en su entorno natural.

Siendo cultivados y consumidos en proximidad, se minimiza el gasto y el efecto contaminante que suponen los transportes a largas distancias. En estas condiciones, los alimentos pueden ser cosechados en su punto de madurez y no requieren tratamientos de conservación (control de maduración, enlatado, envasado, congelación…) que devalúan las propiedades nutricionales del género y lo encarecen.

Al ceñirnos a consumir en exclusiva lo que cada temporada nos ofrece, tal como nuestros antecesores hicieron con toda naturalidad, permitimos que otras comunidades en la distancia, hagan lo mismo y cultiven sus productos tradicionales, locales y de temporada, que les aportarán los nutrientes necesarios allí y ahora para su subsistencia, atendiendo sus propios requerimientos.

Desafíos de un consumo fuera de temporada

¿Qué ocurre cuando yo, europea, me empeño en comer melones o fresas o tomates… en diciembre? ¿Dónde, cómo y quién los tendrá que producir para mi capricho fuera de plazo? ¿Cuáles son las consecuencias de que todo occidente decida llenar sus despensas de cacao, coco, aguacates, papayas, productos con aceite de palma o coco…? Y… ¿a costa de qué? ¿en qué condiciones?

Virando un poco el ángulo de mira, en ambos casos (condiciones artificiales o invasión-destrucción de terrenos ajenos) los tratamientos químicos y los niveles de contaminación ambiental derivados de estas prácticas crecen desmesuradamente. Los alimentos producidos y cosechados a miles de kilómetros deben aguantar lustrosos el trasiego y el tiempo necesarios para llegar a los puntos de venta. Nuevamente, tratamientos químicos, radiación, transgenia, etc. insertados en los procesos de producción y conservación, se encargarán de conseguir este efecto, burlando el reto de los transportes transatlánticos o transcontinentales, y a costa de la salud de todo.

Conectando con este concepto, desembocamos en los “alimentos ecológicos” que recomiendo sin excusas. El consumo de alimentos ecológicos no sólo es imprescindible para la salud personal, lo es igualmente para la salud global.

En un mundo razonable, debiera estar obligado por ley consumir y, por supuesto, generar exclusivamente productos ecológicos mediante procedimientos orgánicos. Es evidente que este no es el caso. Por lo tanto y sin opción, esa responsabilidad recae inevitablemente en cada uno/a de nosotros/as.

La sostenibilidad a medio y largo plazo: respetar los ciclos biológicos del planeta

La supervivencia en el planeta solo es posible a medio y largo plazo, respetando sus ciclos biológicos.

Cierto es que el comercio orgánico es más caro que el estándar. Lo señalo porque supongo que quizá este pensamiento se ha asomado a tu mente al hilo de mis reflexiones. Sin embargo, concluiremos al final de este artículo, que la propuesta de conjunto aquí planteada no encarecerá la compra diaria, sino que puede incluso abaratarla. Por otro lado, si este tipo de producción ecológica/orgánica se generalizara, también su precio se reduciría al disminuir los costes.

El uso habitual de alimentos integrales y completos es otra de mis reivindicaciones redundantes: granos de cereal integral, legumbres, semillas. Los beneficios para quien los consume a diario son incuestionables. Los requerimientos de nutrientes se ven abastecidos plenamente con una dieta bien diseñada y abundante en estos super-alimentos. Este regalo cuenta con un beneficio añadido, porque lo integral-completo produce además una mayor sensación de saciedad y progresivamente, el efecto de ordenar del apetito y la cadencia de las ingestas.

Salud individual y global: el papel de una alimentación equilibrada

Un organismo bien nutrido no necesita estar comiendo a todas horas; el exceso de comida destruye la salud. Sin duda, también el planeta se ve favorecido por una demanda comedida y ajustada a las necesidades fisiológicas reales de los humanos.

Atajando la sobrealimentación y el derroche de una parte de la humanidad, podemos dar equidad al reparto de bienes entre todos los habitantes de la Tierra.

Solemos olvidar que el planeta no necesita para nada de los humanos; es más; si desapareciéramos de su faz, florecería. Somos los prepotentes humanos quienes tenemos necesidad imperiosa de seguir contando con esta Tierra que tanto maltratamos.

La evidencia nos grita que es nuestra responsabilidad alimentarnos sin contaminar ni devastar. Apostemos por productos Ecológicos/Orgánicos/Biológicos, frescos, producidos en territorios cercanos al lugar donde habitamos y en su época natural. Pongamos en nuestra dieta cotidiana una proporción importante de alimentos en grano, integrales y completos, semillas íntegras que, con su alta dotación nutricional, nos permitirán prescindir o reducir al máximo la presencia de animales en nuestros menús.

Impacto holístico: beneficios para la salud, la economía y el planeta

Esta proposición tendrá un efecto beneficioso no sólo en la salud individual y global, sino también en la economía familiar.

Cada uno/a de nosotros/as somos imprescindibles en este empeño. Cada cual es responsable al 100% de lo que ocurre en el entorno de su vida. Nuestra actitud en cada detalle de cada día marca la diferencia. No olvidemos que “el batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán al otro lado del mundo” y, de igual modo, tu alimentación responsable, solidaria y consciente, y la mía, pueden restaurar la SALUD del planeta y de TODOS sus habitantes.

Fdo: Dra. Paz Bañuelos Irusta